
Estás una noche haciendo networking, con tu etiqueta con tu nombre puesta, con tu currículum en mano, esperando para hablar con la empresa de tus sueños. ¿Ahora qué?
En las relaciones públicas, las conexiones lo son todo. Con un campo tan amplio, hay mucho espacio para crecer y aprender. El networking, si se hace de la manera correcta, puede llevarte a un trabajo, a conexiones con marcas y a socios en los que apoyarte cuando estés estancado. Si no sabes hacer networking, verás que tus conversaciones se desvían del tema, lo que te llevará a un vergonzoso callejón sin salida que te hará cuestionar tus habilidades.
Sigue esta lista de cosas que debes y no debes hacer en el networking para evitar descarrilamientos y seguir avanzando a toda máquina.
Haz tu tarea: investiga la empresa, el panelista o el profesional antes de acercarte a ellos.
Lo último que deseas es presentarte sin estar preparado. El día antes del evento de networking, dedica una hora a investigar la empresa a través de su sitio web y sus páginas en las redes sociales. Busca algún proyecto de la empresa que te interese y obtén más información al respecto.
Luego, investiga con quién vas a hablar. Saber exactamente con quién te vas a reunir te dará una gran ventaja. ¡Es hora de poner a prueba tus habilidades para espiar! Busca detalles que puedas mencionar para destacar y que te recuerden.
Por último, prepara entre tres y cinco preguntas bien pensadas para el reclutador con el fin de enfatizar tu interés y pasión por la empresa.
Practica tu discurso de ascensor: sé capaz de presentarte con confianza en 20-30 segundos.
Los reclutadores suelen verse abrumados por las largas filas de personas que intentan hablar con ellos. Para cuando llegue tu turno, es posible que estén cansados y tengan poca capacidad de atención. Tu discurso debe incluir tu nombre, una explicación concisa de lo que haces, tus logros clave y lo que buscas. Una buena práctica es preguntar al final de la conversación qué método de comunicación les resulta más conveniente.
Intenta incorporar tu personalidad única. He recibido muchos elogios cuando me presento diciendo: “Lillie Nye, como Bill Nye, el científico pero no, no somos parientes”.
Haz seguimiento: envía un mensaje personalizado por LinkedIn o un correo electrónico de agradecimiento después de la reunión.
Al igual que una historia tiene tres partes clave: una exposición, un clímax y una resolución, lo mismo ocurre con el networking. Después del paso 1: investigación y del paso 2: la conversación, viene el paso 3: el seguimiento.
En un plazo de entre 24 a 48 horas después de la conversación, ponte en contacto con el reclutador. Si no sabes cuál es su método de comunicación preferido, búscalo en LinkedIn o consulta el sitio web de la empresa para encontrar su correo electrónico. Vuelve a presentarte, reitera tu interés en la empresa, y si es relevante, comparte cualquier material que respalde tu conversación.
No trates el networking como si fuera una cita rápida: concéntrate en mantener conversaciones significativas, no en coleccionar tarjetas de presentación. Los eventos de networking suelen contar con múltiples reclutadores y numerosos candidatos interesados. Prepárate para largas filas y para la realidad de que quizás no puedas hablar con todo el mundo. En la fase de investigación, escoge algunos reclutadores con los que realmente quieras conectar.
Céntrate en la calidad más que en la cantidad. Está bien dar a conocer tu nombre, pero quedarte el tiempo suficiente para establecer una conexión memorable es mucho más valioso.
No compartas demasiado: mantén el profesionalismo, equilibra lo personal con lo profesional. Anteriormente compartí que me presenté haciendo referencia a Bill Nye, pero eso es algo que diría en un entorno más relajado o informal. Una parte importante del networking es saber leer el ambiente. Debes mostrar siempre tu personalidad única pero también debes prestar atención a la forma de comportarse del reclutador, su tono de voz y su lenguaje. Nunca debes dar una impresión vergonzosa en un ambiente estrictamente profesional.
No te desanimes por los momentos incómodos: ¡a todos nos pasa! Recupérate con estilo y sigue adelante.
Pasar el resto de la conversación pensando en una pronunciación incorrecta o un saludo incómodo solo empeorará las cosas. No olvides que tu reclutador en algún momento estuvo en tu lugar y entiende cómo te sientes. ¡Lo que no se ve, no se sabe! Si surge algún momento incómodo, ignóralo como si nada hubiese pasado, más tarde te reirás de eso.
El networking no consiste en decir la frase perfecta o tener el currículum más llamativo, sino en dejar a las personas una impresión genuina de quién eres. Si te centras en construir relaciones auténticas, las oportunidades llegarán por sí solas.
¿Cuál es el mejor consejo de networking que te ha funcionado?

Lillie Nye (ella) es estudiante de tercer año en la Universidad Estatal de Pensilvania, donde cursa una Licenciatura en Relaciones Públicas con especialización en Tendencias y Análisis de Medios Digitales y Francés. Desea trabajar en el ámbito de las relaciones públicas relacionadas con los viajes y el lujo. ¡Está eternamente agradecida por las oportunidades que le ha brindado PRSSA!